CURSO
Servicio técnico a microondas.
Prueba de los interruptores térmicos.
Antes de llegar al embobinado primario del transformador de alto voltaje, aparecen dos o más interruptores de tipo térmico (figura 2); la función de estos es sensar constantemente la temperatura de distintas partes del horno (de forma típica, el magnetrón, la guía de ondas, y la cavidad de los alimentos); si alguno de ellos sufre de sobre calentamiento, el interruptor se abrirá y, en consecuencia, el horno será desactivado.
Para probar si estos elementos son la causa de que el horno no caliente, simplemente mida la impedancia entre sus terminales (recuerde desconectar el horno de la línea de AC); cuando el dispositivo está a temperatura ambiente, debe marcar continuidad; de lo contrario tendremos un interruptor térmico abierto, al que será necesario reemplazar. En estos interruptores se aplica exactamente la misma recomendación; NUNCA OMITA LA PROTECCIÓN QUE PROPORCIONAN ESTOS ELEMENTOS; si lo hace, puede provocar sobrecalentamiento en alguna pieza del horno y la destrucción de sus partes fundamentales, por ejemplo, el magnetrón.



Prueba del revelador de potencia y encendido.
Para controlar el encendido del horno y la potencia de cocción, se emplea uno o dos relevadores. Su función es dejar pasar o interrumpir la energía eléctrica hasta el transformador de alto voltaje (y por consecuencia el magnetrón). Aquí conviene recordar que un horno de microondas no puede funcionar a fracciones de su potencia nominal, sino que siempre trabaja a plena potencia.
El grado de calentamiento de estos hornos se controla mediante la aplicación de un ciclo de “encendido-apagado” al magnetrón; esto requiere de un cálculo preciso de los tiempos de operación y de apagado, por lo que el sistema de control debe poseer un mecanismo para encender y apagar al magnetrón; y aunque normalmente esta tarea por uno o dos reveladores de potencia, algunos fabricantes incorporan triacs como elemento controlador.